miércoles, 2 de diciembre de 2015

Reflexión final

Después de cerca de cuatro meses del curso me siento satisfecho con mi desempeño. Fue un curso que realmente me sorprendió por los aprendizajes y reflexiones que me dejó además de por la manera tan diferente en la que se trabajó, las distintas herramientas y medios que usamos para el desarrollo de las actividades y los diferentes medios de comunicación que utilizamos. Hace como dos años (en verano) ya había inscrito esta materia con el fin de ir aventajando un poco en la carga de trabajo. Sin embargo, como varios de nosotros no cumplíamos con el 75% nos recomendaron quitar la materia y tomarla más adelante. En ese momento no me di cuenta como realmente el impacto que tiene esta materia, y más cuando es en línea, depende mucho de la etapa de la carrera en la que la curses. Al ser éste mi último semestre, todos esos procesos de reflexión en los que nos comparábamos con un antes y un después en relación al curso me sirvieron para extrapolarlos a mi carrera y reflexionar sobre como he ido cambiado desde el momento en que entre a la carrera hasta el día de hoy, los aspectos en los que he ido mejorando y en los que hace falta seguir trabajando.

Aprendí no sólo cuestiones básicas como la búsqueda y análisis de información o aspectos importantes sobre las diferentes formas de protección de la propiedad intelectual sino que principalmente aprendí a darme cuenta de cómo, aún con la preparación académica que tengo, las únicas fuentes de información en las que basaba lo que sabía eran las redes sociales o personas cercanas a mí. Por más simple que suene me di cuenta que no iba más allá de eso, si en Facebook veía una noticia de un tema en específico únicamente me quedaba con esa información o si alguien me informaba sobre algún acontecimiento nuevo únicamente me quedaba con lo que esa persona me decía. Dicho de otra manera era como si no tuviera voz, no podía realmente tener una opinión propia sobre algún tema porque nunca iba más allá de lo que tenía a la mano.

En relación a eso me di cuenta de cómo muchas personas se encuentran en la misma situación por la misma facilidad que tenemos de acceso a la información. Por más que vayamos evolucionando y creando herramientas nuevas que nos faciliten aspectos de nuestra vida cotidiana, tenemos que saber darle el uso correcto a cada una de ellas para realmente aprovecharlas y generar un impacto en las demás personas. Un caso particular y con el que más me quedó fue el de la trivia que realizamos durante el curso. Ver como algo tan sencillo de realizar, sin menospreciar el tiempo y esfuerzo invertido, tuvo un impacto en las personas y fue como un punto de entrada para reflexionar sobre el tema. El ejemplo de los blogs es otro ejemplo claro de cómo se puede lograr tener un impacto en otras personas mediante el contenido que generamos. Muchas veces yo he encontrado en blogs información muy clara que me ayuda a resolver problemas ya sea del trabajo o de la escuela. Sin embargo, nunca había considerado la opción de tener un blog propio en el que puedas compartir conocimiento o simplemente experiencias.

Definir un proyecto de vida

Realizar un proyecto de vida te sirve para darte cuenta tanto de aspectos de tu persona ya sea personales, profesionales, familiares, etc como de aspectos de tu entorno como el contexto en el que te desenvuelves y las personas que te rodean. El hacer este tipo de actividades te permite generar una especie de plan de vida en el que, conforme a la etapa en el que lo desarrollas, defines donde estas parado, que aspectos son en los que quieres seguir trabajando o de que manera y los pasos a seguir para continuar con ese proyecto de tu vida. Este tipo de actividades te da una idea de que tanto has ido logrando y si realmente estas siguiendo el camino que te habías planteado. Aún mejor es cuando realizas o defines un proyecto de vida en diferentes etapas porque es ahí donde te puedes dar cuenta de como ha sido tu transformación a lo largo del tiempo según las diferentes situaciones que has vivido.